La tierra gira pero no notamos su movimiento. Y una noche miras hacia arriba: una sola chispa, y el cielo empieza a arder. Aún así, todo sigue su curso. El pasado marchito muere en el olvido y lo autentico vive y sobrevive a cualquier temporal y mientras caminamos, las vidas se cruzan. Solo Dios sabe porque las vidas se cruzan. Ya sea de la forma mas insospechada, o, con el comienzo mas disparatado que imagine me he topado con alguien que de un mazazo a derribado mi puerta y sin pedir ni siquiera permiso, permiso innecesario de todas formas, ha entrado a formar parte de mi vida reduciendo a escombros prejuicios pasados. Sencillamente, me parece maravilloso. Jamás nadie, me había llenado de tanta vitalidad y ganas. Ganas de dárselo todo, de quererlo todo, toda, de sentirme útil para alguien. Ha llenado tanto en tan poco que asusta, y entiendo las dudas, las suyas, las mias, dudas lógicas, dudas mecánicas de defensa frente al abordaje que esto ha supuesto. 4 días, en tan solo 4 días ha atravesado mis líneas y ha tomado la fortaleza. Toda una guerra relámpago sin precedentes y con la fluidez con la que el agua es absorbida por la tierra, tierra, que por supuesto llevaba tiempo sin regarse. Lo quiero todo. La quiero toda. Apuesto. Comete las dudas, yo me tragaré también las mías, es un peso innecesario en este viaje. Juntos. ¿Te parece?
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