domingo, 25 de diciembre de 2011

Busqueda, sueños, lucha. (1)







¿De que estamos hechos sino de sueños e ilusiones? ¿Cual es el motor que nos impulsa sino el afán de conseguir nuestras metas? ¿Que somos sin el progreso, sin la evolución personal? ¿Que nos queda sin nuestra libertad? La libertad de elegir, de actuar.
¿Que seremos si no nos damos la opción de fracasar, sin la opción de luchar y buscar la gloria? ¿Que nos queda si nos privamos de nuestros sueños?
No estaríamos hechos de nada, no seriamos nada. Somos enormes. Pero somos enormes gracias a nuestros sueños, a nuestra libertad, a nuestro progreso. Gracias a nuestra lucha. No hay búsqueda más llena de gloria en el camino del hombre que la de buscarse a uno mismo, y eso conlleva perseguir los sueños, querer ser mejor, querer ser mas y Dios sabe que esa búsqueda estará plagada de lucha, pero nada te ara sangrar con mas venefício. Jamás vagues  por el mundo impulsado por el irrazocínio, por el absurdo de creer ser sin serlo. Jamás te dejes alcanzar por el delirio. Nunca dejes de buscarte. Nunca dejes de luchar.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Como el fuego mismo


Volvió a mirarme e hizo un ademán impreciso.
 - Mira, las mujeres son como el fuego, como las llamas. Algunas son como velas, luminosas e inofensivas. Algunas son como chispas, o como brasas, o como luciérnagas que perseguimos en las noches de verano. Algunas son como hogueras, un derroche de luz y de calor para una sola noche, y quieren que después las dejen en paz. Algunas son como el fuego de la chimenea: no muy espectaculares, pero por debajo tienen cálidas y rojas brasas que arden mucho tiempo. Pero dianne es como una cascada de chispas que sale de un afilado cuchillo de hierro que Dios acerca a la piedra de afilar. No puedes evitar mirar, no puedes evitar desearla. Hasta es posible que acerques una mano durante un segundo. Pero no puedes dejarla allí. Te partirá el corazón...
    La velada estaba demasiado reciente en mi memoria para que yo prestara atención a las advertencias de Deoch. Sonrreí.
-Deoch, mi corazón es mas duro que el cristal. Cuando ella lo golpee, comprobará que es fuerte como el latón al hierro, o omo una mezcla de oro y adamante. No creas que no soy consciente, que soy como un ciervo asustado que se queda paralizado al oír las cornetas de los cazadores. Es ella quien debería andarse con cuidado, porque cuando lo gopee, mi corazón producirá un sonido tan hermoso y tan claro que la hará venir hacia mí volando.

El nombre del viento, de Patrick Rothfuss

domingo, 18 de diciembre de 2011

Miedo




Íbamos caminando por un sendero a través del bosque. El día anterior había sido realmente duro. El mas duro de mi vida, pero teníamos que seguir caminando. Yo estaba derrotado, pero el parecía como nuevo. Hacía tan solo 2 semanas que había conocido a aquel hombre y en ese periodo de tiempo ha estado mi vida en peligro mas veces de la que os podáis imaginar. Desde que salimos de la ciudad  me habían apuñalado 3 veces. Además me rompieron la nariz y tenia unas dos costillas rotas. Nos robaron todo nuestro equipaje. Nos perseguían. Habíamos resistido ya dos ataques, y no estaba muy seguro de que resistiéramos un tercero y aún nos quedaba mucho camino. Pero hay estaba el, ensangrentado, herido, pero erguido, imperturbable. Caminaba firmemente, y cuando me veía  flojear me tiraba de la manga para que no me detuviese. Cuando le conocí ya había oído historias sobre el en algunas tabernas. Historias, de un soldado, una guerra, deshonor, destierro y una venganza. Pero en aquel momento comprendí al diferencia entre las historias y la realidad; el miedo. Y el, infundía miedo. Y no porque fuera un monstruo extremadamente agresivo y despiadado, sino porque lo había visto enfrentarse a mas de diez hombres entrenados sin que tan siquiera le temblara el pulso, matándolos, uno a uno. Cuando blandía su espada y la hacia bailar cortando el aire y la carne hacia de la muerte algo incluso poético. Y eso era lo que hacia que irradiara miedo. No sé si me entendéis. Al verlo, parecía que para el, estar cubierto de sangre era tan normal como ir vestido. Asustaba tener al lado a alguien capaz de enfrentarse a la fatalidad con tanta serenidad. Si, eso es, su serenidad, era lo que hacia crecer el miedo. Os aseguro que no hay cuadro, ni canción, ni paisaje, que exprese mas serenidad que su rostro, que su porte, que sus gestos, que sus andares. Andares de alguien que ha hecho del miedo su más fiel aliado. Porque esa serenidad, infundía un miedo tan espeso que era capaz de untarse. Pero aún así, ese miedo no era como el miedo que sientes al estar al borde de la muerte, no. Es ese tipo de miedo que sientes al estar junto a algo que te desborda, como cuando piensas que puedes caerte y no vas a tener nada donde agarrarte, como cuando estas junto a algo superior, algo sobrehumano. En verdad el tenía algo sobrehumano, pero eso es otra historia.
Como os decía, seguíamos andando pero llegamos junto a una zona de rocas y decidimos parar un poco. Llevábamos horas andando y teníamos los pies destrozados. Bebimos y comimos unas hojas que habíamos recogido por el camino. Nos mantuvimos en silencio todo el rato. Con el aprendí entre otras cosas, que el silencio es algo tanto o mas valioso que las palabras.
Pero tenía una pregunta que me recomía por dentro.
-         ¿Cómo lo haces?- Le pregunté.
-         ¿Cómo hago el que?- dijo sin desviar su mirada de las hojas que iba a meterse en la boca.
-         Matar. Ya sabes, no tener miedo. Ayer, parecía que no te importaba estar apunto de morir.
-         He estado apunto de morir muchas mas veces que de vivir.
-         ¿Cómo lo haces?
-         Tengo miedo. Claro que lo tengo. Soy humano y el miedo es la sensación mas humana que existe. Somos tan insignificantes que hasta nuestras propias emociones nos asustan. Pero es el mejor mecanismo de defensa que existe. Y en eso lo he convertido.- se mantuvo de nuevo en silencio uno o dos minutos mas. Miró hacia el cielo, bajó la mirada, y clavó sus ojos en los míos. Tenia la mirada profunda, la mirada de alguien que había visto muchas cosas y me dijo.- Chico, si no tuviera miedo, no podría luchar así, es algo que nos mantiene en alerta, no te sientas peor por tener miedo porque la diferencia no esta en tenerlo o no tenerlo. La diferencia esta en usarlo en tu propio beneficio o dejar que te venza. El miedo pone a tu disposición las armas, armas que asustan, pero armas al fin y al cavo que necesitas para mantenerte con vida y tomarlas es tu decisión, pero claro, es una decisión que esta solo al alcancé de los fuertes, Los demás se hunden ante la posibilidad de ser mas.
-         Pero tu serenidad, no es normal de alguien que tiene miedo.
-         ¿Y que es lo normal en alguien que tiene miedo? El miedo te acelera el pulso, te agudiza todos los sentidos, no hay momento mejor para estar mas sereno que cuando tienes miedo. Mantenerte sereno es la herramienta que te permite sacarle partido. Pero bueno, yo he estado mas tiempo en las puertas de la muerte que tiempo llevo en este mundo. Es normal que afronte con serenidad la muerte, es una vieja amiga. Tu, no te juzgues, de momento intenta mantenerte con vida.
Desvió de nuevo su mirada, me hizo un gesto, nos levantamos, y proseguimos nuestro camino. Solo Dios sabia, la que me esperaba.

jueves, 15 de diciembre de 2011

¿Lo ves?

El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss.



No me sorprendió mucho encontrar a Elodin en el puente de piedra. A esas aturas, me sorprendían muy pocas cosas del maestro nominador. Estaba sentado en el parapeto de piedra del puente, de un metro de alto, balanceando los pies descalzos por encima del río, que discurría treinta metros más abajo.
    -Hola Kvothe –Dijo sin desviar la mirada de las aguas revueltas.
    -Hola maestro Elodin –respondí-. Me temo que voy a tener que marcharme de la  universidad durante un bimestre o dos.
    -¿De verdad lo temes? –Detecté un susurro de regocijo en su voz, serena y resonante.
Tardé un momento en darme cuenta de a que se refería.
     -Es solo una forma de hablar.
     -Nuestras formas de hablar son como dibujos de nombres. Nombres vagos, débiles, pero nombres al fin y al cabo. Ten cuidado con ellos.– Levantó la cabeza y me miró-. Siéntate un momento a mi lado.
     Empecé a ofrecer una escuda, pero entonces vacilé. Al fin y al cabo, Elodin era mi padrino. Dejé el laúd y el macuto en el suelo del puente. En el rostro infantil de Elodin apareció una sonrisa cariñosa; dio unas palmaditas en el parapeto ofreciéndome asiento.
Miré por encima del borde con una pizca de ansiedad.
     -Prefiero no sentarme maestro Elodin.
     -La prudencia le aviene al arcanista. La seguridad en si mismo le aviene al nominador. El temor no se aviene con ninguno de los dos. No se aviene contigo.
Dio otra palmadita en la piedra, esta vez mas firme.
Me subí con cuidado al parapeto y pasé los pies al otro lado. La vista era espectacular, estimulante.
     -¿Ves el viento?
Lo intenté. Por un momento me pareció que… No. No era nada. Negué con la cabeza.
Elodin encogió los hombros con desenfado, aunque creí percibir una pizca de decepción.
     -Este es un buen sitio para un nominador. Dime por qué.
Mire alrededor.
     -Viento amplio, agua impetuosa, piedra vieja.
     -Buena respuesta.- Detecte un placer genuino en su voz-. Pero hay otra razón. En otros sitios también hay piedra, agua y viento. ¿Qué hace que sea diferente?
Pensé un momento, miré alrededor y meneé la cabeza.
     -No lo sé.
     -Otra buena respuesta. Recuérdala.
Me quedé esperando a que continuara. Como no lo hizo, pregunté:
     -¿Por qué es un buen sitio?
Elodin se quedó contemplando el agua largo rato antes de contestar:
     -Es un borde. Es un lugar elevado con la posibilidad de caer. Las cosas se ven mas fácilmente desde los borde. El peligro despierta la mente dormida. Hace que veamos claras algunas cosas. Para ser nominador hay que ver las cosas.
     -¿Y la caída? -.Pregunté.
     -Si te caes, te caes –dijo Elodin encogiendo los hombros-. A veces, caer tambien nos enseña cosas. En los sueños, muchas veces caes antes de despertarte.









miércoles, 23 de noviembre de 2011

Orgullos


 De fondo: in time, de Mark Collie

 Sobre "el nombre del viento".

Todos los hombres sabios temen tres cosas: la tormenta en el mar, las noches sin luna y la ira de un hombre apacible. El orgullo es absurdo, si, pero es una fuerza poderosa, puede alentar a un hombre a hacer cosas maravillosas.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Ahora


Vive. Tal cual. En su término más completo. Vive libre, ama profundamente y lucha feroz. Jamás dejes que te humillen. Jamás dejes que te roben tus derechos y, grábate esto a fuego en tu cabeza, jamás remes en tu contra.

jueves, 17 de noviembre de 2011

I believe i can fly



No vivimos. Rectifico; la mayoría no vivimos. Yo no vivo. No. No sabemos. Nos preocupamos tanto de la opinión de los demás que despreocupamos lo verdaderamente importante, el “yo”. Nos preocupamos tanto de las posibles vidas que podríamos llevar si hiciéramos esto o aquello, que despreocupamos lo verdaderamente importante, el hacerlo. Intentamos tanto encajar, buscarnos nuestro sitio en la sociedad, el ser aceptados, que nos despreocupamos de lo verdaderamente importante, el destacar. Cada uno de nosotros somos únicos e irremplazables y perdemos nuestra singular originalidad al zambullirnos en el turbulento mar de una sociedad esclavista y opresora que alinea con su absurdismo al que desentona.
Es realmente triste, y lo único que hacemos ante esta corrupción es soñar, soñamos con ser, soñamos con hacer, soñamos, soñamos, soñamos, y nos acabamos cayendo de la cama al descubrir que no tenemos los suficientes cojones para nadar a contra corriente.
Sinceramente, me niego. Si, que os jodan. Mando a tomar por culo a la sociedad, a esta muchedumbre de mierda que intenta hacernos fracasar y hundirnos en su lodo.
Por lo que permitidme deciros, que las únicas cadenas que me permito son las mías propias, las que yo me ato, y no las que me imponen. Permitirme deciros que aquí ay uno que luchará, porque soy consciente que mas allá de esta burda realidad que nos ciega, que os ciega, hay gigantes, si, hay personas, héroes, que viven por y para sentirse el corazón encogido en un puño al saltar al vacío, al enfrentarse a la imposibilidad, al plantarle cara a la limitación física humana y revelarse en contra de sus leyes. Porque hay personas que más que soñar, luchan, toman la espada y no se rinden hasta verse en el sitio donde quieren verse. Señores, esas personas son dignas de nuestra admiración pues han llevado la realidad humana a un plano sin límites y nos han hecho ver que somos tan sumamente grandes en nuestra insignificancia que es necesaria la existencia de una sociedad que absorba para que todo ese potencial sea encarcelado, y cedido únicamente al digno, al que dice “yo más, yo adelante, yo no me rindo”. Señores me quito el sombrero, si, por aquel que es lo que quiere ser, por aquel que su única barrera es el mismo. Y a vosotros, los conformistas, los cobardes y a los que se den por aludidos al leer mis palabras les digo, si, hundiros, hundiros hasta el cuello, hundiros hasta que ni siquiera os asome la cabeza, sumergiros en vuestro lodo, y no salgáis. Ese es vuestro sitio. Esa es vuestra casa, esa es la sociedad en la que queréis “encajar”.
Saludos a todos, desde aqui, uno que si quiere volar.

lunes, 14 de noviembre de 2011

El héroe.


Frunció el ceño y apretó los labios. Me miró con los ojos de alguien que sabia mucho, de alguien que había vivido mucho. En su rostro, que aún siendo joven se podía distinguir perfectamente el peso del tiempo y de las circunstancias en el, dejaba ver arrugas, arrugas de cansancio, de una vida de lucha.
Su vida no fue una bonita historia. Desde que nació su vida estuvo marcada por la desdicha y la tragedia.  Desde que sus ojos se abrieron por primera vez en este mundo y salió del vientre de su madre, su existencia se basó en una concatenación de ruinosas y terribles circunstancias que lo llevaron hasta el extremo, que lo pisotearon y lo maltrataron aun estando tendido en el suelo. Todo su alrededor ha estado siempre marcado por la muerte, aunque, y también hay que mencionarlo, de glorias, pero eso será otra historia.
Sin duda, su vida, jamás fue fácil. Le robaron su niñez, tuvo que vender su juventud, y ahora, ya adulto, de nuevo su destino, su tragedia, su maldición, llama a su puerta.
Si señores, su vida a muchos nos puede parecer un tormento. Pero su rostro desganado y su curtido cuerpo esconde en si un fuego y una bravura sin iguales. Aun sin aliento, yo lo he visto luchar como un demonio. Aun roto lo he visto adentrarse sin vacilación en la batalla. He visto como con sus propias manos se cobraba cientos de vidas de cientos de enemigos. Como se adentraba en los bosques de muerte sin más compañía que su espada y su coraje. Lo he visto vencer al trueno, al fuego, al mar embravecido. Lo ví enfrentarse a Dioses, a reyes y a criaturas no de este mundo. Dicen, que se adentró en el infierno y el demonio le invitó a salir a los dos días. Yo lo ví triunfar. Pero caballeros, ante todo, tened por seguro que si algo hizo, fue sangrar.
Si, su vida os puede parecer terrible, y lo es, para muchos, pero así aprendí algo…
La vida no quiere cuentos de hadas, no al menos para el capaz, no al menos para el valiente. Esas vidas se las deja al cobarde. Las grandes historias, se escriben con sangre, en vendas, tras las cicatrices. La desdicha forjó a un guerrero. Su lucha ante su vida lo convirtió en un héroe. Si caballeros, su sufrimiento ahora es leyenda, su leyenda, su historia. Y sus hazañas se contarán durante décadas y lustros. Su nombre será recordado mientras las gentes de estas tierras, generación tras generación tenga memoria y vosotros seréis olvidados en el eco del mañana. Su historia de tragedia es una historia de triunfo. Porque, y después de todo, su mano aún blande la espada.  

viernes, 11 de noviembre de 2011

Inquebrantable

Esta noche, me remito de nuevo a Pablo Hasel y a otro mas de sus grandes poemas.



 INQUEBRANTABLE:
Inquebrantable, aún en noches como esta donde aplico sobre mí un inmerecido auto castigo que arranca un pétalo más tal vez esperando a que todo acabe con el te quiero más insurgente. Pero acabo mordiendo el tallo conforme el amanecer se acerca y mis aullidos se desvanecen con los primeros rayos de Sol para volver a dimitir como humano y contemplar las inmensas cordilleras de basura que eclipsan mi ser. Tal vez no haya mañana y esta insana nana deje de dormirme. Tengo un contrato correspondencia-impotencia que ya firmé olvidando seguir firme. Seguiré recordando que olvidar noches como esas es creer que el cielo se abrirá para nosotros absorbiendo todos los atardeceres rotos. Yo no busco zorras ni son para mí las princesas. El universo prosigue con su caótico orden. Y la galaxia que no colisiona, y yo preguntando hasta cuándo. Que jamás llegue el día en que las esperanzas estorben y ardan para siempre los sueños que nos están quemando. Y anhelar la felicidad no es un delito; es un derecho vital que no puedo evitar. Cuando quiero me resucito, pero a la muerte nunca le da por avisar. Inquebrantable y frágil, como lágrimas de resistencia, entre agujeros negros buscando la estrella que perdí. Vuelvo a romper la flor del destino mientras vislumbro jardines a lo lejos que espero no tener que deshojar. Vuelvo a quemar otro poema donde escribí mi redención. Arde como el olvido al mínimo contacto con las palabras que no te dije. Ahora es aire; tal vez lo respires y se te dilaten las pupilas para darte cuenta de todo. Y yo dejando que el dolor baile, pisándole los pies a mis noches intranquilas. Cuántos segundos les robo… En el último escribo este poema. Esta vez, ignífugo.

http://www.youtube.com/watch?v=RxXULtdCREs

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por respirar el doble


Citando a Pablo Hasel en su tema "por respirar el doble":

"Trato de restar dias, y de hacer algo por hacer,
como cuando moria por verte una y otra vez.
Hay un precio a pagar, por respirar el doble,
y este es, ahogarse el doble."

http://www.youtube.com/watch?v=esnZhqzL6PA&feature=related

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cor igne


La tierra gira pero no notamos su movimiento. Y una noche miras hacia arriba: una sola chispa, y el cielo empieza a arder. Aún así, todo sigue su curso. El pasado marchito muere en el olvido y lo autentico vive y sobrevive a cualquier temporal y mientras caminamos, las vidas se cruzan. Solo Dios sabe porque las vidas se cruzan. Ya sea de la forma mas insospechada, o, con el comienzo mas disparatado que imagine me he topado con alguien que de un mazazo a derribado mi puerta y sin pedir ni siquiera permiso, permiso innecesario de todas formas, ha entrado a formar parte de mi vida reduciendo a escombros prejuicios pasados. Sencillamente, me parece maravilloso. Jamás nadie, me había llenado de tanta vitalidad y ganas. Ganas de dárselo todo, de quererlo todo, toda, de sentirme útil para alguien. Ha llenado tanto en tan poco que asusta, y entiendo las dudas, las suyas, las mias, dudas lógicas, dudas mecánicas de defensa frente al abordaje que esto ha supuesto. 4 días, en tan solo 4 días ha atravesado mis líneas y ha tomado la fortaleza. Toda una guerra relámpago sin precedentes y con la fluidez con la que el agua es absorbida por la tierra, tierra, que por supuesto llevaba tiempo sin regarse. Lo quiero todo. La quiero toda. Apuesto. Comete las dudas, yo me tragaré también las mías, es un peso innecesario en este viaje. Juntos. ¿Te parece?

martes, 8 de noviembre de 2011

Partimos

De fondo: The heart of a volunteer, de Hanz Zimmer. http://www.youtube.com/watch?v=6J6YDxvt1Jk

No pido, riqueza, ni éxito, ni siquiera salud. Solo quiero lo que sobra, lo que los demás rechazan. Yo quiero la inseguridad, la inquietud, la tormenta y la pelea. Yo no quiero un mar en calma, yo quiero el temporal, el oleaje. No quiero un verde prado, quiero la abruta montaña, el salvaje río. No quiero un cielo de cuento, quiero el rayo, el trueno, quiero la furia de los dioses. No quiero levantarme al cantar de los pájaros si no al silbido de las balas. No quiero morir de viejo y acostado en cama, quiero al frío acero acechándome. Quiero los nervios a flor de piel, el sentimiento desatado, el amor loco. Si, quiero la cuerda floja. La paz y la calma se la dejo al cobarde, al débil, al que hace de su vida un libro de dos páginas. Pero también quiero el coraje, la fuerza y la fe, pues lo necesitare para avanzar, también la quiero a ella, que me acompañe a atravesar la selva, a cruzar el cañón de la imposibilidad, a surcar los sueños, a tentar a la suerte, a salir de la cueva de los miedos y que ella sea luz de guía. Que me acompañe a conquistar la montaña. No pido mas, y a cambio juro, que jamás dejare de avanzar.


Prólogo

Todo viaje de 1000 km comienza por un solo paso. Y de hay nace esta idea y este blog de madrugada que usaré como guardapapeles. Hablare sobre mis ideas, las ideas de un chaval de 19 años en el umbral de la veintena que no tiene mejor cosa que hacer a partir de las 24:00 horas que soltar palabras en un blog que posiblemente nunca nadie se digne a leer. Parto de la reseña de que todo ser humano tiene la necesidad vital de contar, aunque sea a una piedra, lo que por su cabeza ronde. Así pues, este blog sera una miscelanea, una coctelera variopinta de ideas, que puede que a muchos les deje un buen savor de boca.
Y para finalizar les mando saludos a todos aquellos que se dignen a leerme así como las gracias, sobre todo a esa persona que me ha animado a esto.